Táctica del saque
Táctica del saque
El saque
no puede ser tan solo un gesto técnico bien realizado en el que sólo se busque
la seguridad, sino que sobre todo debe ser eficaz, y para ello debe conocerse,
si es posible, previamente al partido, la forma de juego del advertido y así
conseguir dirigir el saque:
a.
A los espacios libres o mal cubiertos.
b.
Al jugador de mala recepción.
c.
Al jugador que ha fallado en la jugada anterior,
d.
Al rematador principal para que no pueda construir bien el ataque.
El
saque no puede fallarse nunca:
a.
En el primer y último de cada juego.
b.
Cuando en el saque anterior hemos fallado o lo ha hecho el equipo contrario.
c.
Después de un tiempo muerto, para demostrar la infancia
del mismo.
Para
que un saque sea eficaz, a la vez sea seguro,
debe ser preciso, acertando al máximo en el lugar apuntado y con una gran
variedad de trayectorias, buscando la máxima dificultad de recepción,
consiguiendo con ello los objetivos fundaméntale; del saque, como son:
·
Conseguir
un punto directo
·
Dificultar
al máximo la construcción del equipo contrario.
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